Ceremonia de entrega de becas de "La Caixa"

Después de una larga espera (el primer envío se perdió en el correo), recibí las fotos de la ceremonia de La Caixa, celebrada el pasado 3 de junio en la sede de la entidad en Barcelona. La ceremonia fue bastante emotiva para todos los "premiados" y las familias. El evento fue presidido por sus majestades Don Juan Carlos y Doña Sofía, y también participaron entre otros el presidente de la Generalitat José Montilla, el ministro de educación Ángel Gabilondo y el presidente de la Caixa Isidre Fainé. También reconocí entre los asistentes Juan Antonio Samaranch.

En el cocktail se vio que la experiencia es un grado, y es que los reyes, que llevan bastante tiempo en el oficio, saben hacer muy bien su papel. Mi padre me dijo que si quería que fuéramos a hablar con el rey. Yo, como no se me ocurría nada interesante que contarle, le dije que no. Acto seguido mi padre pasó de mí y fue a hablar con él y yo tuve que seguirle. Mi padre le agradeció al rey su asistencia al acto, y Don Juan Carlos me preguntó que qué iba a hacer con la beca. Como hacen todos los padres, mi padre respondió y empezó a contarle a Don Juan Carlos mi vida. Para mi sorpresa, Don Juan Carlos mostró genuino interés, y al final acabamos hablando de mi viaje por Asia, a causa del cual me dijo que "me envidiaba". Momento bastante surrealista. Estuvimos hablando un buen ratito, suficiente para que mi padre se le quejara de lo poco que yo llamo a casa cuando estoy lejos (cosas de padres), en lo que Don Juan Carlos se puso de mi parte y le dijo que su madre (María de las Mercedes de Borbón y Orleans) se quejaba también de eso pero que su padre (Don Juán de Borbón) la tranquilizaba diciendo ... "no news is good news".

Mientras teníamos esta conversación tan entretenida, veo que mi madre, que estaba a pocos metros, se dirige hacia mí con la reina de la mano. Sin embargo parece que la reina vio que estábamos con su marido, así que se entretuvo con otra madre que la enganchó también y al final yo no hablé con ella. Aún así mi madre se quedó encantada con la breve conversación que mantuvo con Doña Sofía.

Así que, dejando a un lado la cuestión monárquica, tengo que confirmar el mito de la sencillez sincera de los reyes. Ofrecen una genial lección de humildad que nos viene bien a todos, y a algunos les hace mucha falta.