30 enero, 2006

My life

Estas pasadas navidades, algún amigo que lee el blog me comentaba que echaba de menos más historias de lo que me pasaba por aquí... la verdad es que el semestre pasado hubo muchas cosas que llamaron la atención, y es que uno no se da cuenta de lo muchísimo que tiene en común con un alemán o un francés hasta que no viene aquí. Muchas impresiones que debí bloguear en su momento y que no hice por pereza o por falta de tiempo o interés. Sobre mi vida ahora, no hay mucho que contar, a ver si me centro con el proyecto (a esto si le dedicaré uno o más entradas más adelante), sigo haciendo más deporte cada semana del que había hecho en los últimos cuatro años, que para eso tenemos gimnasio gratis, y estoy empezando a ir a clases de piano y guitarra en un instituto de música que está a cinco minutos de mi residencia y que tiene un acuerdo para que los estudiantes de IIT podamos asistir a clases por poco dinero. Quizá hubiera preferido guitarra flamenca en vez de clásica, pero claro, estoy en Estados Unidos, y de todas formas esta muy bien aprender algo nuevo despues de demasiados años sin avanzar. Por supuesto tenenos locas fiestas de "Erasmus". Pero locas locas. Lo suficiente como para que no me parezca adecuado contar las anécdotas en este blog. Ni hablar ya de publicar las fotos. Ni los vídeos. Esas cosas son para contarlas cara a cara, y a ser posible con una caña fresquita en la mano. Solo diré que hay una diferencia brutal en lo que liga uno cuando tiene el pelo cortito y cuando lo tiene largo. :-P Y luego está mi ordenador muerto. Mañana termina una puja en eBay de una placa madre que voy a pillar para intentar arreglarlo. No puedo tener total certeza, pero creo que lo puedo arreglar y merece la pena arriesgar unos $150 para poder seguir tirando con mi portátil,. Es grande, se calienta, no lo puedes usar más de 45 minutos si enchufarlo a la red y pesa, pero era suficientemente potente y como tampoco lo llevo debajo del brazo todo el día, me solucionaba muy bien la vida. Y lo echo de menos. Ahora estoy usando un Toshiba Portege modelo llavero que me han prestado. Monísimo, ligerísimo, aunque un poco más lento que el mío... y con Windows. Y supongo que no será todo culpa de Bill Gates, si no también de que yo esté acostumbrado a trabajar en Linux, así como de que sea prestado y no pueda tocarlo mucho... pero el caso es que me desespera usarlo. Aquí os dejo una fotito de grupo con mis compis de pasillo (¡gracias Carlos!) :-) Y bueno. Eso es mi vida. Cuando decida que voy a hacer con mi vida cuando me echen de aquí, os lo contaré. Cuando me eche novia también, no temais.